Segunda Escuadra Táctica de Apoyo, esta vez con lanzallamas.
Quería una unidad de lanzallamas para partidas de Zone Mortalis y combate urbano, pero sobretodo para intentar hacer el efecto de un lanzallamas al ser disparado.
Para hacer el chorro de llamas usé un clip y la espumilla para hacer follaje de árboles de modelismo, en concreto el Foliage Cluster de Woodland Scenics.
El plan consiste en ir pegando trocitos de espuma a lo largo del clip, de modo que vayamos construyendo la forma de las llamas. Primer por un lado...
... luego por el otro lado...
... y a lo largo del clip, dejando una parte sin espuma para poder insertar en el cañón del lanzallamas.
Es interesante tener en cuenta como se comportaría un chorro de lanzallamas o el fuego en la vida real, para hacerlo más creíble (para eso está youtube). Ya que el fuego tiende a elevarse, podemos ir pegando espumilla sobre la espuma que hemos pegado previamente, de modo que parezca que la llama tiende a subir pese a ser disparada horizontalmente.
A medida que vamos pegando la espuma y se seque el superglue, podemos ir tirando con suavidad de las partes de espuma que parezcan más sueltas para que se quede solo la espuma bien adherida al conjunto. Después volveremos a aplicar superglue encima de la espuma para pegar más.
Una vez tengamos la forma deseada, no es mala idea aplicar superglue sobre la espuma (especialmente de las zonas que más sobresalen) de manera que, cuando se seque, la espuma pasará a estar mucho más sólida. Para esto va muy bien el superglue barato que venden en tiendas de chinos, que suele ser muy liquido. Eso ayudará a la conservación y, sobretodo, al pintado. De hecho, si todo el conjunto lo endurecemos con superglue, podremos pintarlo incluso sin aerógrafo. Si pintamos la espuma sin estar endurecida, actuará como una esponja y absorberá la pintura, tardando mucho en secar y teniendo que gastar mucha más pintura. Esto me pasó con el primer chorro de fuego que hice.
Para el pintado, lo imprimé con negro. Luego le dí pasadas con naranja, luego amarillo, y terminé con un amarillo mucho más claro, dejando que se siguiera viendo el negro en los recovecos. Luego, una vez seco, con un pincel apliqué algo más de pintura a modo de luces por el fuego.
Por último, y la parte más crítica, es iluminar la miniatura que dispara el fuego. Realmente es muy muy fácil, pero la idea de esprayar una miniatura acabada con un color totalmente distinto puede intimidar!
Para ello volví al primer naranja que usé en la llama y apunté hacia el marine directamente desde el punto de vista del cañón del lanzallamas, moviendo muy ligeramente en círculo. La pintura pulverizada hace el resto. Con efectos así, mejor ir tirando poco a poco. Si vemos que hace poco efecto, tiramos un poco más. Si falta algo, un poco más. ¡Si nos pasamos no podremos volver atrás!
Para terminar el pintado, con el mismo naranja algo rebajado con amarillo le dí un par de toques en las partes más expuestas a la luz del fuego, para acentuar el brillo de los metálicos y la armadura pulida.
Y para acabar, solo falta pegar la llama en el cañón del arma. ¡Fin!