Horus Heresy: Night Lords

Hace unos días le regalamos la miniatura de Konrad Curze al compañero que juega con Night Lords a 40.000 y 30.000. De paso, para dar la sorpresa, le preparé una partida narrativa sencillita con el Primarca, para que viera como va y se acostumbrara al porrón de reglas especiales que tiene.

La misión.
Durante la Gran Cruzada, un planeta recientemente devuelto al Imperio decide consagrarse a alguna entidad de la Disformidad, de modo hay que mandar una legión a volver a poner las cosas en orden, por la vía poco pacífica.

Una pequeña fuerza de la octava legión, con su Primarca a la cabeza, deberá encargarse de entrar en la ciudad-fortaleza para acabar con los dos líderes del culto-hereje y abrir las puertas de la muralla.

En plena noche y sin luna, los renegados solo esperan un ataque frontal, así que tienen patrullas apostados en las murallas y 3 reflectores que iluminan el terreno delante de la fortaleza. Los Astartes deberán evitar ser descubiertos hasta el último momento y coordinar el ataque con las dos escuadras infiltradas en la ciudad, que entrarán flanqueando, y tropas de salto que llegarán por despliegue rápido.

Y Konrad Curze iniciando el ataque en solitario.

Tras esquivar los 3 focos reflectores y encargarse de la primera patrulla en las almenas...

... el Acechante Nocturno observa desde lo alto la ciudad y los objetivos a eliminar.

El resto de fuerzas de la muralla no se enteran de nada y siguen esperando un ataque frontal mientras ya hay Night Lords dentro de la ciudad.

Finalmente llegan las tropas de tierra infiltradas en la ciudad, ocupándose de los blindados.

Escuadras de Raptors se lanzan desde el cielo hacia la ciudad pero se desvían demasiado y acaban encima de la muralla.

Konrad Curze sigue con su matanza sin dejar responder a ningún pelotón enemigo.

Llegan más tropas de tierra por el otro flanco para unirse a su Primarca.

Los Raptors de las almenas se dedican a limpiar la pésima resistencia que van encontrando a contrarreloj, antes de que el cañon del Basilisk comience a disparar.

La guarnición esperando dentro de la muralla sale para ametrallar a quemarropa a los Raptors y estos se retiran momentáneamente. 

Pero el Pretor se encarga de toda la escuadra y asegura la zona.

Mientras, a la sombra de las murallas el primer grupo de flanqueo se interna en la ciudad.

Pero otro pelotón de la guarnición sale a fusilar a los invasores y estos se quedan tiritando. El apotecario no daba abasto.

Por su parte, Konrad Curze ya ha despachado a uno de los líderes renegados y se dirige a por el segundo, un psíquico peligroso.

Acaba con el brujo y sus guardaespaldas en pocos segundos pero, al matar al psíquico una gran inmundícia emerge del cadáver. El combate resultante se alarga peligrosamente para el Primarca, pero acaba decapitando al demonio de un zarpazo.

En el exterior de la muralla la puerta se resiste a sucumbir ante los cañones de fusión.

Por fin, las fuerzas de ataque Astartes apoyadas por un Land Raider consiguen destruir la puerta acorazada.