miércoles, 1 de agosto de 2012

Confrontación 4

Los Clallam vs Fuerzas de Seguridad del Imperio

No fue del todo casualidad escuchar el sonido de los vehículos de transporte. Para un Clallam experto como Sombra Gris tal nivel de ruido, aun encontrándose bastante lejos, era fácilmente identificable: una caravana. No podía dejar de pensar que tales comportamientos tan cerca del nivel inferior de la cúpula sólo podían venir de gente lo suficientemente estúpida o insensata como para no pensar que se es un perfecto blanco. Así que gracias a su aviso los Clallam se pusieron en marcha para seguir de cerca a la caravana y asaltarla antes de que entrara en alguna zona demasiado hostil para su tribu.


El sitio escogido para la emboscada fue una pequeña zona deshabitada desde hace no muchos años. En el momento de salir del viejo conducto secreto la tribu tuve una gran sorpresa: la caravana tenia un pequeño contingente de protección escondido de la Guardia Imperial.

En seguida hubo intercambio de disparos, pero los Clallam se movían muy deprisa entre las chozas y las ruinas que había y las armaduras de la Guardia Imperial hacían de buena protección, así que no hubo heridos en la primera oleada de tiros.

Los salvajes se dividieron en dos grupos que avanzaban separados obligando a los defensores a dividir su potencia de fuego y el combate cuerpo a cuerpo parecía inevitable. Fue así como, por el flanco derecho, Ojo Certero mato a un soldado en un combate en dónde éste se encontraba en inferioridad numérica con razón de 5 a 1, aunque éste soldado antes de caer consiguió herir a un Clallam.

Arengados por su líder Nube Verde, los cuatro que quedaron en pie se lanzaron a la caravana dejando atrás al herido, pero la osadía le valió al líder de los Clallam un disparo certero y a bocajarro que lo abatió, de un soldado que se encontraba agazapado y que no habían visto.

Al mismo tiempo, por el otro flanco, el Shaman Ratacornuda y 3 bravos consiguieron llegar cerca de dónde se parapetaba el artillero con el lanzagranadas. Éste último sólo consiguió en una de sus múltiples intentos lanzar una granada cerca de dos Clallam, derribándolos a los dos pero sin causar heridas. Fue el momento ideal aprovechado por el “novato”, en su primera incursión en la cúpula, para llegar hasta el artillero y degollarlo.

El sargento Mal Reynolds, enrabiado por la muerte de su artillero, mostró su orgullo y valía cuando rodeó y asaltó al Shaman dejándolo aparentemente herido de muerte. Su error fue no rematarlo pero tenia 3 bravos al alcance de su pistola y no tuvo tiempo. Así pues, el sargento consiguió derribar a un bravo con su pistola mientras los 5 Clallam que habían saqueado parte de la caravana volvían con el no menospreciable botín. El sargento ordenó volver a la caravana, hubo un breve intercambio de disparos sin consecuencias para ninguno de los bandos y los Clallam pudieron recoger a sus heridos y retirarse a toda prisa por la red de conductos para escapar.
Los Clallam obtuvieron un buen botín y además tuvieron mucha suerte respecto a los heridos. Su jefe Nube Verde finalmente no tuvo heridas de gravedad y ganó una buena experiencia que no olvidaría nunca. El Shaman Ratacornuda sobrevivió milagrosamente, aunque le quedaron unas cicatrices terribles que han hecho que su aspecto actual de realmente miedo.

Por parte de las fuerzas de orden imperial, para el sargento Reynolds éste asalto confirmó que aquella misión entrañaba un peligro que parecía que sólo él había vislumbrado y por lo que seguramente tendría que haber llevado algún soldado más con ellos. Además, aunque suene duro decirlo, sintió un gran alivio cuando el artificiero murió a manos de aquellos salvajes ya que en las últimas misiones demostró total incompetencia. Ahora espera pacientemente al relevo con el que no será tan indulgente como con su malogrado antiguo artillero…